El contouring no trata de cambiar la forma de tu rostro, sino de potenciar la luz y las sobras para realzar la belleza. Puedes conseguir este efecto con distintos formatos de producto, localizaciones y técnicas de aplicación, que te explicaremos a continuación. En concreto, nos centraremos en las técnicas para realizar un contouring para rostros redondos.

ANTES DE EMPEZAR

Es muy importante saber que antes de aplicar cualquier producto de maquillaje en nuestra piel, ya que debemos cuidarla y prepararla para lo que viene. Realizar una limpieza facial y la aplicación de una crema hidratante/primer hidratante es crucial para lucir un acabado bien trabajado, suave y homogéneo.

CÓMO CONTORNEAR UN ROSTRO REDONDO

El objetivo del contouring para rostros redondos es alargar, afilar y definir. Para conseguirlo, podemos encontrar tres tipos de contorno: en formato en polvo, crema y líquidos. Estos dos últimos son perfectos para aportar luminosidad y naturalidad. Lo más ideal para aplicarlos es una brocha biselada; que presenta un corte diagonal. Hazlo en las siguientes zonas:

  • Sienes: difumina el producto desde las sienes hacia abajo, siguiendo la línea del cabello.
  • Bajo los pómulos: aplica el contorno en el hueso del pómulo que va desde la parte superior de la oreja hasta la mitad del iris de tu ojo, en dirección a la comisura de tus labios. Difumina ascendentemente, para no acentuar unos rasgos caídos.
  • Mandíbula: aplícalo a lo largo del hueso de la mandíbula, hasta la barbilla, y asegúrate de difuminar bien, para no crear un ‘efecto máscara’ que no lucirá nada.

Una vez creada la profundidad, debemos iluminar las siguientes partes del rostro:

  • Pómulos: justo encima de donde aplicaste el bronceador, difumínalo hasta las sienes.
  • Centro de la frente: hará la ilusión de un rostro más alargado.
  • Puente de la nariz: aplica una fina línea en el puente de la nariz para afinarla.
  • Arco de cupido: Un toque de luz voluminizará y realzará tus labios.

ERRORES A LA HORA DE APLICAR EL CONTORNO

  1. No difuminar bien: no difuminar bien el producto produce un ‘efecto máscara’ que no queremos.
  2. Utilizar un tono demasiado oscuro: puede hacerte parecer gris y disfrazada. Elige un tono o dos más oscuro que tu tono de piel.
  3. Aplicar demasiado producto: puede producir parches y amontonamientos que dan un efecto poco cuidado.
¿Te gusta el mundo del maquillaje?  Ven a  Thuya Escuela y aprende todo lo que necesitas sobre ello. Conoce nuestro Grado Superior en Maquillaje Profesional y Caracterización, nuestro curso de Homologación Europea de Maquillaje Profesional o nuestros másters profesionales. 

Además, tenemos el curso de especialización Curso de Maquillaje Profesional,  Curso de Maquillaje Integral y el Curso de Maquillaje social.