Cuando hablamos de “face contouring” es imposible no pensar en maquillaje. Ya que es una técnica muy usada por los maquilladores para crear un rostro armónico, con proporciones equilibradas y lo más simétrico posible.
Pero en este artículo, vamos a hablar de otro “face contouring”, el de la medicina estética. Donde también corregiremos rostros, creando los volúmenes deseados, pero de forma semipermanente. Se trata de un servicio en el que el sanitario va a utilizar todas las técnicas necesarias para conseguir el rostro que el cliente desea.
Técnicas más utilizadas
Infiltraciones de Ácido hialurónico
Estas se usan para crear volúmenes en el rostro, por ejemplo en pómulos, en la zona del rictus e incluso para atenuar las bolsas de los ojos.
Inyecciones de Toxina Botulínica
Llamado más coloquialmente Botox, empleada comúnmente en la zona de la frente y orbicular de los ojos, para hacer desaparecer las temidas “patas de gallo”. Esta toxina crea una pequeña parálisis en el músculo tratado, haciendo que no tengamos el poder de contraerlo y así no marcar las arrugas.
Hilos tensores
Un gran remedio para luchar contra la flacidez, elevando el tejido y creando una malla interna para fortalecer nuestro óvalo facial. Se aplican mediante pequeñas incisiones y son reabsorbidos, además, al crear estas pequeñas micro heridas nuestras células tienen la necesidad de regenerarse creando así más colágeno y elastina, favoreciendo aún más la reafirmación del rostro.
Podríamos hablar de más técnicas, pero estas tres son las más usadas en el Face Contouring. En resumen, sales de la consulta con un rostro corregido y a la altura de tus expectativas.
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