La Formación Profesional (FP) en España vive un momento histórico. Con la entrada en vigor de la Ley Orgánica 3/2022, de ordenación e integración de la Formación Profesional, el sistema ha iniciado una transformación en profundidad para responder a las demandas del mercado laboral actual y futuro. Esta ley, junto con su desarrollo normativo —especialmente el Real Decreto 659/2023 y posteriores decretos— redefine la FP para hacerla más flexible, accesible, dual y orientada a la empleabilidad.

Un sistema integrado, flexible y orientado al empleo

La nueva ley no es un simple cambio administrativo: establece un sistema único e integrado que combina la FP educativa y la FP para el empleo en una sola estructura coherente. El objetivo principal es que la FP sea una puerta de acceso real al empleo de calidad, ajustándose tanto a las necesidades de las personas como a las del tejido productivo. Este nuevo modelo permite a los estudiantes diseñar itinerarios formativos personalizados y acumulables a lo largo de su vida profesional, favoreciendo la adaptación continua a un mercado laboral en constante evolución.

Estructura renovada de ciclos y certificados

Una de las novedades más relevantes es la modificación de los ciclos formativos y los certificados profesionales, que ahora forman parte de una estructura modular y más conectada con las necesidades del mercado:

  • Certificados de profesionalidad y micro acreditaciones: permiten formaciones más cortas, focalizadas y acumulables, pensadas tanto para estudiantes como para trabajadores que buscan actualizar o certificar competencias específicas.
  • Ciclos Formativos (Grado Medio y Superior): se rediseñan con un enfoque más práctico y orientado a la empleabilidad, incorporando módulos transversales como sostenibilidad, digitalización e inglés profesional dentro de los currículos.
  • Itinerarios para la empleabilidad: sustituyen a algunos módulos tradicionales como Formación y Orientación Laboral (FOL), con un enfoque más práctico y adaptado a las necesidades de inserción profesional.

Prácticas en empresas desde el inicio

Quizás el cambio más visible para estudiantes y empresas es la expansión de la FP: un modelo en el que la formación se hace simultáneamente en el centro educativo y en la empresa. En muchos casos, los alumnos realizan prácticas desde el primer curso, lo que permite un contacto real con el mundo laboral desde etapas tempranas de su formación. Este enfoque dual no solo mejora la empleabilidad, sino que también estrecha la colaboración entre centros educativos y entidades productivas, adaptando las competencias formativas a las necesidades reales del mercado.

Registro Estatal y herramientas para el alumnado

Otro avance importante es la creación del Registro Estatal de Formación Profesional, una herramienta digital que permite a los estudiantes y profesionales consultar y descargar su “vida formativa” en tiempo real. Esto facilita un seguimiento de las cualificaciones obtenidas y favorece una mejor planificación de la carrera profesional.

Hacia una FP más inclusiva y moderna

La nueva ley también refuerza aspectos como:

  • Una orientación profesional obligatoria y adaptada a cada persona.
  • La posibilidad de acumular y acreditar competencias adquiridas por diversas vías (formales, no formales o por experiencia laboral).
  • La creación de instrumentos que acercan la formación al ciudadano, con un enfoque más práctico, dinámico y conectado con la realidad del mercado.

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