Vivir entre potingues, crear criaturas responsables de las peores pesadillas de las nuevas generaciones, transformar las celebrities en comunes mortales… y que además te paguen por ello. Esto es lo que necesitas saber si quieres estudiar maquillaje.

 

Al acabar la etapa de reuniones con los responsables tanto de producción como de dirección artística, donde se define el maquillaje teniendo en cuenta diversos aspectos de presupuesto, planos y estilo, el maquillador puede empezar con la creación del maquillaje protésico.

 

Al principio realiza una tarea documental y fotográfica de lo que recreará en el maquillaje de efectos especiales así como también construye diseños digitales y pequeñas maquetas.

 

A continuación prepara y adquiere los materiales necesarios para hacer el trabajo, además de citar a los actores para preparar las copias de las partes del cuerpo que servirán como base del trabajo protésico de maquillaje de FX.

 

Para ello se les aplica una sustancia pastosa, llamada alginato, que al secar deja impresos los detalles fisonómicos.

 

Para la creación de una prótesis se empieza modelando en plastilina o barro sobre las copias del actor, comúnmente se divide la escultura en varias piezas llamadas “parciales”, se crean los moldes en distintos materiales como yeso, resina, silicona, etc; y se procede a rellenarlos con el material del que estará hecho la prótesis como por ejemplo la espuma de látex, una vez obtenida la prótesis resultante, se arreglan las imperfecciones y se le aplica una base de color.

 

Con esta primera prótesis se hace una prueba de maquillaje al actor para saber si se necesitan cambios, sino es así ya se pueden sacar las copias necesarias del molde.

 

Por último pero no menos divertido, cuando el maquillador ya se encuentra en plena producción su trabajo es realizar los maquillajes en los tiempos acordados y retocar y velar por la conservación de los maquillajes durante la grabación.