¿Cuántas veces no hemos visto a esa actriz o modelo que ha intentado luchar contra el paso del tiempo con un pésimo resultado? Operaciones, cicatrices, piel excesivamente tersa… y, en definitiva, falta de naturalidad.

Fotografía Flickr images Creative Commons "De La Melodie"Desde hace unos años, la alta cosmética con células madre ha permitido realizar procesos de rejuvenecimiento epidérmico del rostro, el cuello o las manos, de una manera mucho más eficaces y naturales. Y, además, sin la necesidad de someterse a una arriesgada intervención quirúrgica.

 

Células madre de segunda generación

Hace ya algún tiempo que convivimos y trabajamos con estas “células madre” aplicadas al mundo cosmético. En la actualidad, lo más innovador son los productos que incorporan las conocidas como “células madre de segunda generación”.

Tanto las células madre de primera generación como las que se comienzan a trabajar ahora son células vegetales extraídas de diferentes fuentes vegetales. Sin embargo, a diferencia de las células madre habituales hasta ahora, que se hallaban en el estrato epidérmico, las de segunda generación tienen la peculiaridad de encontrarse en la dermis. Concretamente próximas al folículo pilosebáceo. Este distintivo es extremadamente positivo en materia de rejuvenecimiento de la piel.

Sabemos que el envejecimiento de la piel es un deterioro progresivo, a lo largo del tiempo, y que los primeros síntomas suelen aparecer a simple vista sobre la capa más superficial. En este sentido, trabajar las células madre a nivel dérmico favorece la ralentización del proceso de deterioro de la piel.

Imagen por http://www.flickr.com/people/melodyyys/