La figura de los Wedding Planner es imprescindible en la actualidad para una boda, ya que se ha convertido en una necesidad.
La mayor aportación de este profesional es sin duda, la eliminación de estrés y nervios para la pareja. Ya que se encarga de absolutamente TODO, desde que el trabajo se ejecute según lo acordado por parte de todos los proveedores hasta de cualquier imprevisto que pueda surgir. La pareja, solo tiene un cometido en su boda, y es ¡disfrutar!
¿Qué funciones realizará el Wedding Planner?
Este profesional de la asesoría no solo acompañará y guiará a la pareja desde el momento en que deciden casarse hasta el final de la boda, si no también:
- Gracias a su amplio conocimiento del mercado nupcial encontrará a los proveedores que mejor se adapten y realizará las negociaciones para conseguir los mejores precios.
- Una vez que la pareja tenga el presupuesto fijado, el wedding planner ayudará a optimizarlo para sacarle el máximo partido.
- Tomará las mejores decisiones siempre escuchando y respetando a la pareja.
- Diseñara la boda a medida, según gustos y personalidades de las parejas, pero siempre con un poder de decisión que es imprescindible en momentos de indecisión.
- Trabajará durante el día de la boda desde primera hora para que todo salga bien, coordinando a todos los proveedores y evitando estrés a la pareja.
- Gestionará los tiempos a la perfección.
- Tendrá una capacidad increíble en la resolución de problemas y imprevistos que puedan surgir.
La importancia de la formación en este sector
Conocer las técnicas y tener los conocimientos, por un lado, de producción; de coordinación y funcionamiento de un evento de este tipo y por supuesto, tener la formación en saber trabajar y elegir proveedores.
Asimismo, ser Wedding Planner implica tener conocimientos que engloban la asesoría, como el estilismo y decoración, conocer los diversos materiales con los que se puede construir cualquier atrezo y por supuesto, saber tratar a los clientes y conocer formas de trabajar con ellos.
Por último, tener claro que también tenemos que tener un dominio numérico; saber hacer presupuestos, negociar con los proveedores, etc.
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