Los aceites esenciales son sustancias que se encuentran en los tejidos vegetales, que se usan hace miles de años por sus propiedades y beneficios en el mundo de la estética.

¡En estos momentos este tipo de cosmética natural esta en auge!

Dependiendo de su origen, podemos darle diferente uso.

De hecho, la aromaterapia es una técnica muy antigua que utiliza los aceites esenciales con fines terapéuticos, tanto a nivel físico como emocional, aunque también se pueden emplear en el ámbito del hogar o de la cosmética.

Contienen numerosos compuestos químicos naturales procedentes de la planta de la que se extraen, estos componentes nos sirven para distintas finalidades, por ejemplo, uno puede ser sedante (jazmín), mientras que otro puede estimular el sistema nervioso (romero).

3 formas de aplicación

La manera de aplicación de estos aceites puede ser de diferente manera, es decir:

  1. Por inhalación, o más conocido como aromaterapia, a través de un difusor o añadiendo unas gotas en agua caliente para inhalar el vapor. En general esta es una de las formas más seguras de hacer uso de estos aceites.
  2. Vía tópica: algunos de estos aceites pueden aplicarse directamente sobre la piel y otros que son más concentrados, deben diluirse en aceites portadores. También pueden aplicarse gotas en el agua de baño o ser utilizados para masaje.
  3. En este caso, dependiendo de las propiedades del aceite podemos tratar el acné, la caspa, cicatrices o quemaduras, hidratar…
  4. Ingeridos: algunos aceites no son tóxicos y pueden ser utilizados como aditivo en los alimentos, pero no es una técnica recomendable y siempre es mejor consultarlo con un médico o que sea éste quien lo paute.

Beneficios de los aceites esenciales

Gracias a sus propiedades, se les atribuyen una multitud de beneficios, veremos algunos relacionados con la estética y relajación:

  1. Mejorar el sueño: el aceite de lavanda puede ser efectivo para tratar el insomnio.
  2. Rejuvenecer la piel y eliminar arrugas: mezcla unas gotas de aceite de sándalo, geranio o lavanda con una loción facial.
  3. Masajes: muchos de los aceites esenciales se pueden mezclar con una loción de masajes.
  4. Baño relajante: simplemente añade unas gotas del aceite esencial en tu bañera para disfrutar de las propiedades rejuvenecedoras de diferentes aceites.
  5. Reducir la celulitis: por ejemplo, a través de un masaje con aceite de coco.
  6. Perfume natural: puedes aplicar unas gotas directamente sobre tu piel. Los aceites más utilizados para perfume son el de lavanda, vainilla y jazmín.
  7. Tratar el acné: a través de la aplicación tópica del aceite de árbol de té.
  8. Salud capilar: puedes mezclar unas gotas de aceite de lavanda en tu champú para mejorar la salud de tu cabello.

Precauciones para su uso

Como efectos secundarios y precauciones debemos tener en cuenta:

  1. Existen aceites esenciales que son tóxicos, por lo que debemos tener mucho cuidado y conocer bien el tipo de aceite antes de utilizarlo.
  2. No conviene usarlos con demasiada frecuencia.
  3. No se recomienda ingerirlos (solo bajo preinscripción medica).
  4. Dependiendo de su concentración, muchos requieren ser diluidos en un aceite o crema base.
  5. No se deben utilizar en bebés, niños pequeños o embarazadas.
  6. Tampoco se recomienda el uso en mascotas.
  7. No se deben aplicar sobre ojos u zonas sensibles.
  8. Los aceites cítricos son fotosensibles, es decir, pueden provocar manchas en la piel por la luz solar.
  9. Por último, tendremos en cuenta que cualquier tipo de aceite puede provocarnos una reacción alérgica, por lo tanto, podemos experimentar malestar, dolor de cabeza, somnolencia, alergia de piel e irritaciones, etc…

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