El cáncer es una enfermedad que cada vez está más extendida en la sociedad, pero gracias a los avances tecnológicos y médicos en muchas ocasiones se puede radicar.
Los cuidados de estética y tratamientos de belleza, tienen como objetivo mejorar el estado físico y emocional de cada persona, así que, en un paciente tomarán una especial importancia.
Estos tratamientos se pueden realizar en centros estéticos, o a cargo de profesionales que conocen y se especializan en mitigar los efectos que producen los tratamientos y cirugías, que casi siempre afectan a la piel facial y corporal, a las pestañas, cejas y uñas del paciente.
En primer lugar, es necesario hacer un diagnóstico personalizado que se adapte a las necesidades de cada uno.
Es importante entender que esta enfermedad provoca daños en la piel como la sequedad, tirantez, erupciones, manchas o irritaciones. Y, en este momento el papel de la esteticista puede resultar fundamental para mejorarla. También ayudará al paciente dándole consejos de autocuidado o recomendaciones de cosméticos especializados para personas que sufren esta enfermedad.
La esteticista trabaja en colaboración con los médicos que previamente marcan las pautas de los servicios que se deben hacer, como por ejemplo masajes o drenajes linfáticos. Todo esto se tiene en cuenta:
- Previamente a recibir tratamientos o intervenciones.
- Durante todo el tratamiento oncológico.
- Después de que el paciente haya terminado todo su tratamiento.
Desde Thuya Escuela queremos dar visibilidad al profesional que se especializa en esta parte de la estética, por ello colaboramos con la Fundación Ricardo Fisas, la cual se ocupa de formar, ayudar y llevar a cabo un servicio profesional y delicado a los pacientes.
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